domingo, 9 de octubre de 2011

Capítulo 2: Pequeñas mentiras

Domingo, noche… Noche de amor. Son las doce.

Ella…acostada sobre la arena que estaba aún más fría pero ya no lo nota, sólo siente la cálida sensación del amor. Él…viviendo un sueño con ella, no, no era un sueño era la pura realidad, recostado junto a ella, acariciándola, besándola, haciendo con ella lo que siempre quiso, AMARLA. Sí, desde hacía mucho tiempo él la amaba, recordó el primer día en que la vio… perfecta, él pensó. Sí, siempre le dijeron que las personas perfectas no existían pero para él, ella era todo cuánto quería.

La miraba con ternura, se había quedado dormida disfrutando de aquel momento, de las caricias, de los besos, del amor… Un amor que no llegó a nada más que a eso pero se sintió tan feliz, tan feliz de haberla hecho sonreír cuanto pudo, la quería… la quería como nunca. Ella soltó un suspiro, él con ojos brillantes observaba como su cuerpo lentamente subía y bajaba, parecía tranquila, parecía tan delicada, tan dulce con esa expresión cuando dormía. Miedo… tenía miedo de despertar a aquel ángel que estaba contemplando y admirando.
Las manos de ellas tocaban el pecho del chico… rápido, lento… así iba el corazón de él, disfrutando de ese hermoso momento, haciéndole caricias a lo que más quería. Sin darse cuenta, de sus ojos resbaló una lágrima que calló en los cálidos labios de su amor.

La muchacha abrió rápidamente sus ojos por aquella lágrima que rozaron sus labios, al ver al muchacho llorando lo abrazó, lo abrazó tan fuerte que cayó encima suyo. Eran dos cuerpos felices y llenos de amor bajo el manto de estrellas.

Riing, se escuchó el sonido del móvil de ella. Era su padre bastante enfadado con ella, eran las una de la madrugada y la había llamado siete veces y no hubo ninguna respuesta a aquellas llamadas. La chica se disculpó con él, le contó una de sus muchas mentiras y su padre la perdonó haciéndole prometer que no volvería a hacer eso.

A él también le echaron la bronca por estar a esas horas fuera, él dijo a su padre que iba a quedarse a dormir en casa de un amigo y que volvería temprano para ir al colegio al día siguiente. A lo que ella hizo lo mismo, pequeñas mentiras... Pequeñas mentiras que hicieron quedarse en esa playa toda la noche, disfrutando de aquella maravilla, de aquel sueño del que no querían despertarse.

Oscurecía aún cuando se levantaron, sus rostros no reflejaban sueño alguno sino más bien amor, él… disfrutando de poder ver a su amada mientras dormía y ella… disfrutando de estar al lado de la persona que más había querido en toda su vida…

Pequeñas mentiras que luego serían contadas con ojos ilusionados a sus mejores amigos…





2 comentarios:

  1. Sigue escribiendo mas relatos, tienes potencial. Sabes expresar perfectamente los sentimientos de cada personaje, sigue así que lo estas haciendo muy bien.
    Pd: ¿has pensado en poner mas personajes? es una manera de exprimir al máximo una novela.

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  2. Muchas gracias, continuaré con muchos relatos y cada vez intentaré que sean más interesantes. Los tuyos me gustan mucho también, sobre todo el primero que hicistes. Pondré más personajes no lo dudes y espero que te siga gustando.

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