sábado, 26 de mayo de 2012

Juguemos al juego de las mentes hermana


Juguemos. Juega conmigo al juego de las mentes hermana. Tú y yo; las dos. Me dijiste que era complicado entenderte, que era difícil de sacar algo de esa mente que te hace daño, que preferías estar sola, que lo olvidase todo. Deberías de saber ya como soy; una CABEZONA, como te dije. Te empecé a hacer preguntas, te comprendí. Comprendí esas palabras y sentimientos a la perfección. La historia que me contabas era la mía. Éramos dos personas completamente diferentes que estaban pasando por lo mismo. Empezábamos el juego. Era tu mente contra la mía. Mentir era lo que querías pero a mí no me podías engañar. Eran dos mentes, que ya habían sufrido demasiado, las que peleaban por ganar ese juego. La mía era astuta y sabía cómo hacer que me dijeras lo que te pasaba. Tú te intentabas defender de mí, no querías decir nada pero al final caíste… Estabas perdiendo poco a poco el juego aunque, ya sabía desde el principio que ibas a someterte a las preguntas de este incomprensible cerebro. Desee fuertemente estar a tu lado en ese momento pero era imposible, estábamos a muchos kilómetros de distancia… Aunque… creo que me sentí feliz ese momento, había hecho algo bien; Pude entrar en tus ojos y pude ayudarte a no estar tan sola… Te quiero onee-chan.

sábado, 19 de mayo de 2012

"There's a girl who feels a shit"


Era como sentirse la persona más impotente del mundo. Era saber que todo lo que hacía no valía la pena. Era sentir que había fallado en todo: como hija, como amiga… Era saber que por mucho que lo intentase nada iba a salir bien; quería hacer mucho más por las personas pero, ya vi que no sabía cómo hacer que una sonrisa apareciera en el rostro de las personas que más amo y más afligidas están. Lo sabía: había fallado a todos y a mí misma…
Había sido machacada por mi poca valía. Había sido machacada por mis propios intentos fallidos de mejorar. Había sido machacada por los recuerdos. Había fallado en querer ser un poco más expresiva. Había fallado en intentarlo todo. ¿Podría ser peor persona de lo que ya soy? Le pregunté a mi verdadero yo cuando la miré a través de mis ojos inexpresivos en aquél espejo. ¿De verdad que lo estaba haciendo todo tan mal? ¿De verdad no podía hacer feliz a nadie? Eran muchas preguntas que hacían que mi cuerpo ardiera de un fuego que quemaba mi piel cicatrizada. Mientras me hacía tantas preguntas sentía como el agua se había enfriado en toda mi piel y sin pensarlo metí la cabeza rápidamente mientras que, escuchaba fuertemente la triste melodía de mis pensamientos. Y al pensar en aquella frase que tanto definía cómo me sentía, salí. Saqué rápidamente la cabeza y comencé a llorar…

“There’s a girl who feels a shit…” 


domingo, 13 de mayo de 2012

Jóvenes Eternamente

Chillaba y pensaba, pensaba y lloraba. Mi cuerpo me obligaba sin poder detenerlo algo que yo no quería; crecer. Me veo, cambio, me veo y sigo creciendo. Me obliga a entrar en el mundo adulto que detesto, me obliga a pensar que jamás tendré esa esencia que se tiene al ser joven y me asusta. Me asusta desconocer qué tipo de cambios o sentimientos tendré de adulta, que jamás disfrutaré de esa esencia que me encanta; se podría decir que esa es mi droga. La droga que, seguramente, todos queríamos tomar una y otra vez. Un escalofrío recorre cada parte de mí… ¿Crecer? ¿Ser adulta? ¿Tener la esencia de la madurez? Creo que no son cosas para alguien que ha nacido para estar en contra de todo lo que le rodea, de todo lo aburrido y cotidiano. ¿Cómo podría decirlo…? Joven y salvaje: serían dos estupendas palabras para definirme. Ir rápido y lento al mismo tiempo, rompiendo la estúpida monotonía y aburrida vida de los adultos. Sin tener otro problema que no sea si me peleo con algún amigo muy querido por mí, porque me grite con los que convivo o de pensar si me quieren o no. Creo que sería una pena perder todo eso; no me gusta para nada pensarlo pero es algo que recorre, la mayoría de los días, mi pensamiento. Me gustaría poder gritarle al mundo que no le tengo miedo pero en realidad le temo. Temo ese mundo del futuro. ¿Sería posible poder cerrar los ojos, cuando seamos adultos, y poder ver y sentir esa esencia tan amada? Sería algo raro pero, me encantaría. Me encantaría ser joven eternamente. Me gustaría poder mandar a la mierda el trabajo que tenga, quitarme ese traje que me ata a la sociedad y poder salir con las personas que siempre amé y amaré. Me gustaría tanto gritarle a todos que soy y seré joven hasta que me mate mi locura. Una locura casi perfecta. Me gustaría poder chillarle con lágrimas en los ojos a las personas aburridas que encontré la esencia que perdí. Me encantaría poder hacer eso pero claro… Hay que hacerse mayor y experimentarlo. Pero me da miedo crecer…

Seamos jóvenes eternamente, por favor…

lunes, 7 de mayo de 2012

Vías


Y ahora tanto me como myself hemos comprendido que ese tren no lo encontraremos en vida. La vida no es un tren; es un camino tormentoso, lleno de vías. Vías; nuestras elecciones. Todas ellas no tienen que estar compuestas por respuestas como “Sí” o “No” o por las preguntas que nos esperemos que nos hagan. En estas vías debemos ser nosotros quienes tengamos el valor de seguir adelante, sin responder “Sí” o “No”, si no creando nuestras propias respuestas y preguntas. Las respuestas y preguntas de nuestra vida. El tren no es otra que la muerte. Subimos a él cuando comprendemos que nuestro agotador camino por esas vías ha llegado a su fin. Ese tren realmente nos recoge y lleva a la felicidad después de todo pero, por el momento, debemos ser nosotros los que vayamos por esas vías.  Y puede que ahora mismo aparte de mí, hay muchas personas que están perdidas, que no ven esas preguntas ni respuestas. 

viernes, 4 de mayo de 2012

Sin ella me da miedo

¿Alguna vez te dio miedo saber cómo serían las cosas si no las hicieras con alguien al que se lo prometiste? Mi respuesta sería obviamente "sí". Ella y yo, prometiéndonos ir juntas a por el vestido, ir juntas a por los zapatos, ir juntas hacia ese fin que nos marcaría demasiado. Antes de que me dijera que se iba, antes de decirle adiós; pensaba en nosotras, de cómo sería el día en que tendríamos que graduarnos. La veía a ella, preciosa como siempre y me veía a mí junto a ella. Lo vi todo tan claro, más bien tendría que decir que, lo vimos tan claro tanto ella como yo. Vi las vías del tren: pasado, presente y futuro. Nos vi a ella y a mí, las locuras pasadas, las peleas pasadas, un pasado que ahora me duele y a la vez me hace feliz. Nos vi a ella y a mi en el presente; ella Arte y yo Ciencias. Ella dibujando su vida, yo estudiando la vida. Nos vi a ella y a mi en el futuro; repitiendo esos veranos juntas, esos nombres en clave que sólo sabíamos ella y yo para picarnos... Lo vi todo en esas vías. Pero, ahora, no veo nada de eso. Veo las vías que tengo con otras personas a las que amo mucho pero, no consigo ver las que me relacionaban con ella y asusta, joder que si asusta. Es una pesadilla constante, en la que tienes miedo de saber cómo serán las promesas no cumplidas sin ella. No trato de decir que dependo de ella para no tener miedo pero, jamás se me cruzó en la cabeza la idea en la que no estuviese conmigo, que no hiciésemos todo lo que dijimos. Me da miedo pensar que ese día quince en el que me gradue también pensaré que ese día harán cuatro meses desde que te fuiste y no te tenga a mi lado.