sábado, 13 de octubre de 2012

Rolling Girl

 La solitaria chica, solo sueña con lo imposible
Existen demasiadas cosas dentro de su ruidosa cabeza
Lo cual la perturba, lo cual la perturba

Ella decía “No hay problema”, pero,
¿A dónde la llevaron esas palabras?

Otro error más, otro error más.
Tras buscar su error, gira una vez más.

“Una vez más, una vez más”
“Hoy lo intentare una vez más”
La joven dice, la joven dice
Jugando con el significado de esas palabras

[¿Te sientes mejor?]
“Todavía no”
“sigo sin encontrarle sentido a esto”
“Así que dejare de respirar”

La solitaria chica esta en su limite,
Pero sigue sin ver el ultimo color.
Una y otra vez dentro de ella
Hablando todas a la vez, todas a la vez

Ella decía “No hay problema”, pero,
¿A dónde están esas palabras ahora?
Ya no importa lo que pase
Incluso al subir la colina,
Cometeré error tras error.

“Una vez más, una vez más”
“De algún modo estoy girando”
Eso decía, eso decía
Juntando el sentido,
Mientras se esconde en su cascarón.



[¿Te sientes mejor?]
“Solo un poco”
“Pronto te mostrare algo”
“Dejare de respirar, por ahora”

“Una vez más, una vez más”
“Hoy también lo intentare”
La joven dice, la joven dice
Mientras que en su cara hay una sonrisa

[¿Te sientes mejor?]
“Solo un poco”
 [Debes de estar cansada ¿No es verdad?]
  “Dejare de respirar... por ahora”



miércoles, 10 de octubre de 2012

Take Me To Neverland

Y entonces me quedé dormida de tanto mirar por la ventana. Mi mente reproducía en sueños canciones que, para mí, significaban más que a cualquier otra persona. Te esperé todas las noches de mi vida. Te lloré incluso. Pero no venías, te quedaste allí y no te acordaste de esa vez que entraste por mi ventana y me llevaste al lugar donde, de día se soñaba y de noche se jugaba. Y te dejaba la ventana abierta, aunque no vinieras, aunque me quedara dormida entre lágrimas.

Entonces, un día, escuché el sonido de mi ventana abrirse. Se abría poco a poco, me desperté y te vi. Grité tu nombre. Volaste y te golpeaste con el techo del susto. No podías verme; la luz seguía apagada. Y, en un susurro, dijiste mi nombre...

Fue un minuto en el que el silencio, invadió mi habitación. Hiciste el gesto de encender la luz pero, te paré. No quería que vieras que mi cuerpo ya no era el de esa niña de cuatro años que recogiste una noche y te la llevaste a ese lugar. Pero tu fuerza era superior a la mía y, la luz se hizo. Lloraste. Te derrumbaste como un árbol caído por el viento. Chillaste. Hiciste el intento de huir volando pero, fui más rápida que tu y te abracé. Posé mis labios cerca de tu oreja y en un susurro te dije: "Soy una niña que juega a ser mayor". Lloraste aún más. Paraste de llorar. Me miraste a los ojos y me diste un beso. El último beso, pensé. Y entre suspiros me dijiste: "Ya no puedo llevarte a Nunca Jamás...".



Te fuiste. Cerré la ventana. Chillé, una y otra vez, tu nombre. Lloré en mi cama mientras abrazaba a ese peluche. Volví a gritar tu nombre seguido de un: "Llévame, por favor".

Desperté con el sonido de mis gritos. Y, así fue como desperté de mi pesadilla. Me volví a tumbar, miré la ventana y vi, que estaba completamente abierta. Hice que mis ojos se perdieran en el techo, leyendo el mensaje que me habías escrito. Reí y me volví a dormir...

                                                                "Te llevaré a Nunca Jamás, pronto"

martes, 2 de octubre de 2012

Forever And Always

A ti: "¿Sabes quién soy?"- te dije sonriendo. "¡Claro que sí!"- me respondiste riendo. Y a ti, al que menos  hablaba, te recuerdo vagamente pero hace dos años estábamos los tres allí...
Las primeras sonrisas, las primeras lágrimas, las primeras risas... En un día tan especial como este y como vosotros dos, se recuerdan muchas cosas como esas. Sabéis que cada persona te puede hacer sentir de una manera u otra, ¿no? Pues bien, así es cómo me siento cuando estáis conmigo:
Me hacéis sentir que soy vuestra niña pequeña, que soy la única que os puede amar de la manera más infantil que se haya visto. Hacéis sentir tan bien a vuestra pequeña llorona que, no puede evitar soltar un par de lágrimas al ver las fotos de los tres; agradeciéndoos a ambos de estar conmigo. La pequeña princesa se siente feliz en los brazos de su rey y príncipe. Se siente como si todo lo que le hiciera daño se fuera, como si tuviera que chillar de alegría; como si tuviera la necesidad de ser feliz a vuestro lado...


A ti, mi gordi rey hermoso. Mi niño soñador favorito... Mi amor: sueña, ríe, ama, viaja y vuelve a soñar. Puedes llorar pero que sea en mi hombro, deja que las estrellas salgan de tus ojos y que acaben en mi pecho. Cariño, la vida te hará llorar más de una vez pero sigue siendo el gran soñador que eres. Si te caes, me tiro al suelo para levantarte. Si las estrellas se derraman, no te preocupes, las recogeré.Si te enamoras, déjame ser la primera que te diga que lo intentes una y otra vez si merece la pena. Si te pierdes en las vías, dame la mano que te guío. Sube al tren conmigo, me sentiría muy sola si no estuvieras...


Mi bollito, a ti te digo que: rías, que pruebes el amor, que sigas siendo la gran persona que eres, que brilles. Siempre me dices cuando lloro: "Deja de llorar que eres fuerte, siempre lo has sido". Fui e intento ser fuerte pero si soy así es gracias a vosotros dos. Si tengo coraje, es porque vosotros me habéis enseñado a tenerlo. Cielo, ama a alguien que sepa y se preocupe de hacerte feliz. Y si lloras, déjame secarte las lágrimas. Y si chillas de alegría, tanto él como yo chillaremos aún más fuerte; chillaremos porque nuestra gordilla es feliz...

Y ahora a los dos: podré tener un hermano pero él nunca será los hermanos que sois vosotros para mí. Quiero crecer con vosotros porque si lo hago con vosotros, "crecer" no me dará tanto miedo. Quiero ir a miles de conciertos con vosotros. Quiero reír, quiero llorar; sabiendo que estáis a mi lado. Os quiero en el tren. Os quiero chillar por llegar tarde pero, aún así, el tren siempre estará ahí. Quiero abrazarte y besarte debajo de un paraguas. Quiero comer bollitos de chocolate contigo hasta que no pueda más. Quiero que seáis el rey y el príncipe del cuento de la pequeña princesa que no quería crecer. Os quiero guiar cuando os sintáis perdidos...
                                                             Os quiero para siempre y siempre...

martes, 26 de junio de 2012

Cama de lágrimas

Te recuerdo cada día como si estuvieras aún conmigo, o eso hacía. Te hablo. Me hablas un poco. Te digo que si estás, me dices que sí. Te digo "Hola cielo, un corazón y ¿Cómo estás?". Te llegan mis mensajes, lo sé. Y también sé perfectamente que puedes contestarme pero, aún así, no lo haces. Pasas totalmente de hablarme. ¿Acaso estás enfadada conmigo? No, no lo creo. No he hecho o dicho nada para hacerte enfadar. ¿Estás haciendo algo? No, tampoco pienso eso; me lo habrías dicho. ¿Estás cansada ya de mí o ya no me quieres? Son preguntas que me rondan la cabeza y creo que la respuesta a ambas son "Sí".

Pongo canciones aleatorias en mi móvil y todas me recuerdan a ti. Antes al querer recordar momentos contigo, mi cabeza no me lo permitía: quería recordar pero no podía. Y, ahora que no quiero recordar para no hacerme más daño, aparecen todos y cada uno de nuestros recuerdos. Te recuerdo riendo, pegándome, chillándonos, durmiendo juntas, comiendo juntas, contándonos secretos, nuestras paranoias, todo... Miro tus cartas llorando como una niña pequeña, miro las fotos que nos hacíamos, voy a tu casa y me quedo en la puerta sentada llorando; voy a cada sitio al que hemos ido y, mi mente, me juega malas pasadas e imagina que estamos ahí. Imagino que estás en la puerta de tu casa mirándome y diciéndome que había llegado tarde. Te imagino sentada en mi cama como hacías cuando venías a buscarme para ir al instituto. Imagino algunas de aquellos días en los que me decías que fuéramos al que iba a ser tu instituto nuevo e íbamos a que lo vieras. Pero... ¿por qué ya no eres así conmigo? Antes me hablabas cuando tenías internet de algún lado y me hablabas por el wathsapp; ahora, parece que ya ni existo. Y me duele. Me duele como si me clavaran unas cuchillas invisibles en el pecho. Estoy harta de ser la misma gilipollas que te dice que te ama, que te echa muchísimo de menos, que si te dice que le cuentes cosas, que le mandes fotos de todo aquello, que te pregunte cómo estés... Y que tu pases o me contestes con un simple "Bien" o que demuestres desinterés... ¿Sabes? Gracias por haber querido que durmiera tantas noches contigo. Ahora, solo estamos una cama de recuerdos de lágrimas y yo... Te amo y te amaré aunque demuestres tanta indiferencia...

viernes, 1 de junio de 2012

Demasiado


Demasiadas cosas diría yo que se me cruzan en mi incomprendida mente. Cosas que me ahogan, cosas que me hacen preguntas a las cuales no tengo respuesta, cosas que me rajan por dentro; cosas que, probablemente, no se vayan nunca. Cosas que ya ni siquiera puedo escribirlas si no, más bien, las hablo conmigo misma...

Y esa soy yo, alguien que le gusta caminar sola y sumergirse en sus pensamientos y aislarse del mundo que la rodea. Esa soy yo, una aislada que ya no mira a los semáforos y pasa sin mirar hacia los lados, una loca que no le preocupa si algo se la lleva por delante. Yo, alguien que se reprocha ser la persona que soy. Quise cambiar hace mucho tiempo, pero veo que no sirvió de nada. Soy esa extraña persona que no le teme al amor pero sí a tener pareja. Temo a tener pareja y que me haga sufrir más de lo que ya lo he hecho o miedo a no hacerle ver a esa persona que la quiero, miedo a no saber cómo amar.

 Sentir que ya he fallado mucho a mis amigos e incluso sentir que, me he fallado a mi misma. Es lo peor del mundo tener esos sentimientos que, seguramente, son verdad. Me encantaría despertarme un día y comprobar que les hago feliz, que puedo cumplir sus expectativas, que les he ayudado mucho, que les he secado las lágrimas cuando lloraban, que estuve con las personas que están muy lejos de mí... Realmente sería algo precioso. Me gustaría ser alguien que sienta que las cosas que hace sirven para algo... Me encantaría...

Sinceramente, desde mi perspectiva, no creo que sea "la mejor amiga que se puede tener" o "una buena persona" como algunos me dicen...

sábado, 26 de mayo de 2012

Juguemos al juego de las mentes hermana


Juguemos. Juega conmigo al juego de las mentes hermana. Tú y yo; las dos. Me dijiste que era complicado entenderte, que era difícil de sacar algo de esa mente que te hace daño, que preferías estar sola, que lo olvidase todo. Deberías de saber ya como soy; una CABEZONA, como te dije. Te empecé a hacer preguntas, te comprendí. Comprendí esas palabras y sentimientos a la perfección. La historia que me contabas era la mía. Éramos dos personas completamente diferentes que estaban pasando por lo mismo. Empezábamos el juego. Era tu mente contra la mía. Mentir era lo que querías pero a mí no me podías engañar. Eran dos mentes, que ya habían sufrido demasiado, las que peleaban por ganar ese juego. La mía era astuta y sabía cómo hacer que me dijeras lo que te pasaba. Tú te intentabas defender de mí, no querías decir nada pero al final caíste… Estabas perdiendo poco a poco el juego aunque, ya sabía desde el principio que ibas a someterte a las preguntas de este incomprensible cerebro. Desee fuertemente estar a tu lado en ese momento pero era imposible, estábamos a muchos kilómetros de distancia… Aunque… creo que me sentí feliz ese momento, había hecho algo bien; Pude entrar en tus ojos y pude ayudarte a no estar tan sola… Te quiero onee-chan.

sábado, 19 de mayo de 2012

"There's a girl who feels a shit"


Era como sentirse la persona más impotente del mundo. Era saber que todo lo que hacía no valía la pena. Era sentir que había fallado en todo: como hija, como amiga… Era saber que por mucho que lo intentase nada iba a salir bien; quería hacer mucho más por las personas pero, ya vi que no sabía cómo hacer que una sonrisa apareciera en el rostro de las personas que más amo y más afligidas están. Lo sabía: había fallado a todos y a mí misma…
Había sido machacada por mi poca valía. Había sido machacada por mis propios intentos fallidos de mejorar. Había sido machacada por los recuerdos. Había fallado en querer ser un poco más expresiva. Había fallado en intentarlo todo. ¿Podría ser peor persona de lo que ya soy? Le pregunté a mi verdadero yo cuando la miré a través de mis ojos inexpresivos en aquél espejo. ¿De verdad que lo estaba haciendo todo tan mal? ¿De verdad no podía hacer feliz a nadie? Eran muchas preguntas que hacían que mi cuerpo ardiera de un fuego que quemaba mi piel cicatrizada. Mientras me hacía tantas preguntas sentía como el agua se había enfriado en toda mi piel y sin pensarlo metí la cabeza rápidamente mientras que, escuchaba fuertemente la triste melodía de mis pensamientos. Y al pensar en aquella frase que tanto definía cómo me sentía, salí. Saqué rápidamente la cabeza y comencé a llorar…

“There’s a girl who feels a shit…” 


domingo, 13 de mayo de 2012

Jóvenes Eternamente

Chillaba y pensaba, pensaba y lloraba. Mi cuerpo me obligaba sin poder detenerlo algo que yo no quería; crecer. Me veo, cambio, me veo y sigo creciendo. Me obliga a entrar en el mundo adulto que detesto, me obliga a pensar que jamás tendré esa esencia que se tiene al ser joven y me asusta. Me asusta desconocer qué tipo de cambios o sentimientos tendré de adulta, que jamás disfrutaré de esa esencia que me encanta; se podría decir que esa es mi droga. La droga que, seguramente, todos queríamos tomar una y otra vez. Un escalofrío recorre cada parte de mí… ¿Crecer? ¿Ser adulta? ¿Tener la esencia de la madurez? Creo que no son cosas para alguien que ha nacido para estar en contra de todo lo que le rodea, de todo lo aburrido y cotidiano. ¿Cómo podría decirlo…? Joven y salvaje: serían dos estupendas palabras para definirme. Ir rápido y lento al mismo tiempo, rompiendo la estúpida monotonía y aburrida vida de los adultos. Sin tener otro problema que no sea si me peleo con algún amigo muy querido por mí, porque me grite con los que convivo o de pensar si me quieren o no. Creo que sería una pena perder todo eso; no me gusta para nada pensarlo pero es algo que recorre, la mayoría de los días, mi pensamiento. Me gustaría poder gritarle al mundo que no le tengo miedo pero en realidad le temo. Temo ese mundo del futuro. ¿Sería posible poder cerrar los ojos, cuando seamos adultos, y poder ver y sentir esa esencia tan amada? Sería algo raro pero, me encantaría. Me encantaría ser joven eternamente. Me gustaría poder mandar a la mierda el trabajo que tenga, quitarme ese traje que me ata a la sociedad y poder salir con las personas que siempre amé y amaré. Me gustaría tanto gritarle a todos que soy y seré joven hasta que me mate mi locura. Una locura casi perfecta. Me gustaría poder chillarle con lágrimas en los ojos a las personas aburridas que encontré la esencia que perdí. Me encantaría poder hacer eso pero claro… Hay que hacerse mayor y experimentarlo. Pero me da miedo crecer…

Seamos jóvenes eternamente, por favor…

lunes, 7 de mayo de 2012

Vías


Y ahora tanto me como myself hemos comprendido que ese tren no lo encontraremos en vida. La vida no es un tren; es un camino tormentoso, lleno de vías. Vías; nuestras elecciones. Todas ellas no tienen que estar compuestas por respuestas como “Sí” o “No” o por las preguntas que nos esperemos que nos hagan. En estas vías debemos ser nosotros quienes tengamos el valor de seguir adelante, sin responder “Sí” o “No”, si no creando nuestras propias respuestas y preguntas. Las respuestas y preguntas de nuestra vida. El tren no es otra que la muerte. Subimos a él cuando comprendemos que nuestro agotador camino por esas vías ha llegado a su fin. Ese tren realmente nos recoge y lleva a la felicidad después de todo pero, por el momento, debemos ser nosotros los que vayamos por esas vías.  Y puede que ahora mismo aparte de mí, hay muchas personas que están perdidas, que no ven esas preguntas ni respuestas. 

viernes, 4 de mayo de 2012

Sin ella me da miedo

¿Alguna vez te dio miedo saber cómo serían las cosas si no las hicieras con alguien al que se lo prometiste? Mi respuesta sería obviamente "sí". Ella y yo, prometiéndonos ir juntas a por el vestido, ir juntas a por los zapatos, ir juntas hacia ese fin que nos marcaría demasiado. Antes de que me dijera que se iba, antes de decirle adiós; pensaba en nosotras, de cómo sería el día en que tendríamos que graduarnos. La veía a ella, preciosa como siempre y me veía a mí junto a ella. Lo vi todo tan claro, más bien tendría que decir que, lo vimos tan claro tanto ella como yo. Vi las vías del tren: pasado, presente y futuro. Nos vi a ella y a mí, las locuras pasadas, las peleas pasadas, un pasado que ahora me duele y a la vez me hace feliz. Nos vi a ella y a mi en el presente; ella Arte y yo Ciencias. Ella dibujando su vida, yo estudiando la vida. Nos vi a ella y a mi en el futuro; repitiendo esos veranos juntas, esos nombres en clave que sólo sabíamos ella y yo para picarnos... Lo vi todo en esas vías. Pero, ahora, no veo nada de eso. Veo las vías que tengo con otras personas a las que amo mucho pero, no consigo ver las que me relacionaban con ella y asusta, joder que si asusta. Es una pesadilla constante, en la que tienes miedo de saber cómo serán las promesas no cumplidas sin ella. No trato de decir que dependo de ella para no tener miedo pero, jamás se me cruzó en la cabeza la idea en la que no estuviese conmigo, que no hiciésemos todo lo que dijimos. Me da miedo pensar que ese día quince en el que me gradue también pensaré que ese día harán cuatro meses desde que te fuiste y no te tenga a mi lado.

sábado, 14 de abril de 2012

¿Sólo doy problemas?

+¿Qué te pasa? ¿Tienes sueño?
-Sí...
+¿A qué hora te acostaste anoche?
-A las doce y algo, me quedé dormida.
+¡Claro! Tu te levantas temprano y te acuestas muy tarde.
-Si no me da sueño...
+¡Pues hoy no sales! ¿No estabas mala? Pues no sales. Que con lo que te pasa, a tu madre y a mí sólo nos das problemas.
Le cerré la puerta en las narices. ¿Qué? ¿Qué sólo daba problemas? ¿Sólo soy una persona que da problemas...? Con rabia en la sangre, con "Mirror" de fondo y muchas ganas, empecé a decirle nuevamente "Hola" a una de mis mejores amigas; la cuchilla. Mientras él no paraba de llamar a mi puerta y hacer que la abriese, con los sentimientos por el suelo seguía haciendo una obra de arte en mi brazo. Y ella, mi madre, a la única que le dejé que entrase cuando llegó a casa, me preguntó con ternura qué me pasaba y yo, no fui capaz de decir nada sólo de callar y mirar al techo intentando tapar mis heridas.

Luego con tan solo hacer que me ría y venir a mi cuarto, ¿crees que me va a dejar de doler lo que me dijiste? Ahora, aunque llueva quiero salir y abandonar este sitio para irme a mi favorito...

Obra de arte


¿Sabes? Voy a crear una perfecta obra de arte. Para ello, simplemente, voy a necesitar cuatro cosas fundamentales. Voy a necesitar el perfecto pincel; una cuchilla. Necesitaré solamente un color; la sangre que desprenda mi piel. Necesitaré un lienzo perfecto, para ello, utilizaré mi cuerpo. ¿Qué me falta? ¡Ah, sí! Necesitaré mucha rabia para crear mi obra. Trazaré unas líneas perfectas llenas de asco y, luego, muchas otras llenas de rabia. Será una perfecta obra de arte.

lunes, 9 de abril de 2012

Esqueleto

Desquiciada. Extasiada. Demasiado muerta, diría yo. Se dice, que ese ser lleno de locura llego hasta tal punto, que se convirtió en una locura demasiado suicida. Harta de esa tortura que la atormentaba, de aquellos sentimientos de culpa que la invadían, de aquellos ojos que la atormentaban, de aquella piel tatuada que seguían unas líneas perfectamente imperfectas. Harta, del recuerdo. Harta, de pensar en ese cuerpo esquelético que tanto le gustaría obtener...

Yo la vi. La vi chillando, llorar, entumecer sus ojos hasta tal punto de quedarse ciega por las lágrimas. Yo la vi. La vi suplicando el regreso, echándose la culpa de no haber podido hacer feliz a un ser muy amado por ella. Yo la vi; matándose por dentro y por fuera. Yo la vi, clavándose las uñas en la piel arrancándose cada pedazo de ella. La escuché chillar de dolor y placer al mismo tiempo; completamente en frénesi. Yo la vi, arrancando su corazón del pecho, los ojos, todo... Yo la vi. Hecha huesos, sin un sitio al que ir, sin nada que la hiciera esclava de su ser. Lo único que escuché acerca de ella fue que encontraron un cuerpo muerto, agarrando una botella con una nota, cerca de las vías de un tren.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Mar

¿Y qué se supone que hacía ella allí? ¿En qué o en quién estaría pensando? No lo sabía. Me producía una sensación tan incómoda esa situación. Le estaba privando de su libertad pero, no sabía porqué, me resultaba curioso observar a aquella muchacha que parecía tener unos diecisiete años o algunos más. Me resultaba curioso que los quince minutos que llevaba allí, no se había movido en ningún momento. ¿Tan profundos serían sus pensamientos como para quedarse mirando el mar sin hacer nada? Me senté yo también, quería acompañarla sin que se diera cuenta: me producía una gran curiosidad. Pero... ¿Qué estaba haciendo? Era tan impropio de mí el hecho de quedarme mirando. Me levanté para marcharme y dejarla sola pero, ella se me adelantó saltó de aquella pequeña roca y se encaminó hacia el mar. Cogió una botella de cristal que estaba en el suelo, la besó e hizo un ágil movimiento de muñeca y la arrojó al mar. Mirando al horizonte, vi, que se arrodilló y agachó la cabeza entre sus rodillas. Supe en aquél momento que era la hora de irse, de dejarla sola, de que disfrutase de ese momento de privacidad. Y una vez más me volteé para observarla y pude notar que era una muchacha más joven de lo que había pensado y que seguramente escondía, en su interior, algo muy pesado.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Me, Myself and I...


Puedo escribir ese garabato en un papel, puedo pronunciarlo sin equivocarme, puedo gritarlo en mitad de una tormenta, puedo dibujarlo en la orilla de una playa mientras escribo una parte de mí misma en un papel, meterlo en una botella y arrojarlo al mar; puedo mantenerlo varias horas en mi consciencia, puedo ver el pasado y el presente de ese nombre, puedo saber cosas de ella sin tener que persuadirla demasiado, puedo derramar lágrimas al escucharlo ya que es lo que más odio. Puedo sentarme tranquilamente en un sitio y escribirlo con la punta de una tiza hasta cansarme de hacerlo, puedo sentir curiosidad al no sentir nada por ella, puedo saborear el dulce y atractivo placer de saber todo o nada de ella. Puedo saber todo eso porque, ese nombre, es el mío.

He llegado a pensar más de una vez que no necesito un nombre. He llegado a pensar en meterlo en una botella y que se lo lleve el mar. He pensado en tacharlo de mi cabeza pero, me es imposible. He pensado en escribírmelo en el brazo y tacharlo a cuchilladas. He pensado en escribirlo en mis dedos y ensuciarlos con mis arcadas. He pensado en clavármelo los ojos para llorarlo…

Un día, sin motivo, llegué a la conclusión de que no necesitaba un nombre para saber la persona que soy y ahora lo sé. Abandoné para siempre mi nombre para convertirme en: “Locura”. Una locura que no necesita un nombre para saber quién es, una locura que va corriendo en busca de la libertad, una locura a la que no le importa ir despacio de vez en cuando, una locura distinta; como nunca la hubo. Una locura que por mucho que se odie, se asquee, no va a renunciar a ser lo que es.

lunes, 5 de marzo de 2012

Recuerdos

Y hoy es uno de esos extraños días en los que mis ojos dejan de observar lo que le rodea y, empieza a viajar en el mundo de los recuerdos y las reflexiones. El piano suena, mi mente viaja; siento, pero, a la vez no lo hago. Y mi pregunta es; ¿qué sería de nosotros si nos desprendiésemos de nuestros recuerdos?. La respuesta es clara; "Si nuestra mente se desprendiese de nuestros recuerdos fragmentados como las plumas de un pájaro, gozaríamos de la libertad de nuestros actos pasados y presentes pero, no gozaríamos de la alegría, tristeza o experiencia de ellos". No tener esas plumas, sería como cuando nacemos, cuando nos recuerdan lo que hacíamos de recién nacidos; prácticamente, no sentimos nada respecto a eso, ni añoranza, ni alegría, ni tristeza, nada.

"Y mientras caminaba la vi. Estaba oliendo algo que no pude reconocer, me acerqué con sigilo y, llegué en el momento en el que sus ojos se empapaban en lágrimas. ¿Por qué lloraba?. ¿No debería sentir libertad y felicidad por el hecho de haberse desprendido de aquellas cadenas que la torturaban?. Me aventuré a mirarla de nuevo se iba, pero de un modo extraño. Iba tocando cada cosa que veía como si con eso llegaría a recordar algo.

Y al caer la noche, sin dejar de perseguirla, se sentó en un banco. De pronto, cogió una cajita que me provocó mucha curiosidad y, sin dejar de mirarla, sacó unas fotos. Pasando una a una, mirándolas delicadamente, intentando disfrutar de esos pequeños fragmentos de sus recuerdos, intentando de que volviesen a florecer. Nada, no conseguía nada por mucho de que lo intentase. Tiró las fotos al suelo y se fue corriendo. ¿Qué fue lo que ocurrió? ¿No debería ser feliz? Miré las fotos. Ella estaba abrazada a un muchacho joven, en otra estaba ella con una niña pequeña, otros de vacaciones familiares... Recuerdos preciosos. En ese momento lo entendí. Feliz, es aquél que goza de recuerdos; libre, es aquel que no puede recordar ni su nombre"

Ahora que soy joven, espero de tener esas plumas y no me gustaría desprenderme de ellas...

lunes, 27 de febrero de 2012

El precio de querer ser princesa

"Sociedad", una palabra que juega con la mente de las personas; la mía entre ellas. Ha jugado demasiado hasta tal punto que puede resultar bastante cruel. Ha hecho de mí una persona que jamás creía que iba a ser. Una persona que al ver su reflejo no puede evitar llorar por lo que observa; resulta hasta aterrador de contar lo que hay reflejado. Un reflejo tan espantoso que me invita a hacer bailar mi campanilla y a evitar a toda costa comer. Puede que suene absurdo y un tanto extraño, pero, sí, soy feliz de esa manera. Soy feliz al ver que mi dolor se esfuma por un buen rato con tan solo ver, mi saliva mezclada con dolor, salir de mi boca. Soy feliz de esa manera porque me siento algo "bella". Ya no puedo ganar, ya no puedo ver y creer que puedo ser lo que todo el mundo me dice: "Bonita". Y aún más, verdaderamente, no soy la princesa que algunos creen. He agachado tanto la cabeza en aquél retrete que, mi corona, tristemente se cayó.

Me miro en fotos, me comparo con otras, comparo cada una de mis imperfecciones y veo que ya son demasiadas. Asco es lo que siento al verme, no hay un día en el que me diga a mí misma lo guapa o hermosa que estoy. Hago oídos sordos a las personas que me dicen palabras bellas e intentan ayudarme. Pero, no puedo hacer evitar no querer que me ayuden. Me dejo llevar por lo que me dice la que está dentro de mí. Palabras crueles que hacen de mí, una marioneta que no es capaz de controlar sus actos. Ella me obliga a decirme en voz alta lo horrible que soy, a estallar en lágrimas, a no poder abrir los ojos, a no poder ser fuerte. Pero, sé que el día que me canse y que decida parar será demasiado tarde; porque, de una manera u otra, pagaré el precio de querer ser princesa...

miércoles, 22 de febrero de 2012

El chico del paraguas

Me falta el aire. Estoy corriendo en esta tormentosa noche de invierno por las lluviosas y frías calles de esta ciudad. Debajo de este paraguas hay alguien que tiene el corazón en un puño; el motivo, él. No lo encuentro. He preguntado a sus amigos los lugares en los que podría estar pero, no lo he encuentro. Me angustia tanto esta impotencia de no saber donde está. Miro el reloj que sobresale en esa imponente torre. Son las once de la noche, tengo miles de llamadas perdidas y mensajes, pero, no me importa.

Dejo de correr y empiezo a andar hacia la luz fantasmagórica del reloj. La lluvia y el frío han calado cada uno de mis huesos pero, tampoco me importa. Dejo de pensar por una vez en esta tarde. Ya no hace falta pensar; lo encontré. Lo miro con ojos preocupados; él no ha notado mi presencia. Está debajo de la lluvia. Sin paraguas. Soportando aquella lluvia y algo aún más fuerte, ese dolor que siente en el pecho, que le oprime, que le hace daño. Sin embargo, no está llorando. Se mantiene firme mirando al horizonte. "Le admiro" pienso. "Le amo" susurro. Me acerco a él por detrás abrazándolo. Se sobresalta; no me esperaba. Nos quedamos un rato así, sin preguntarle nada; sé el motivo de su dolor. Le miro a los ojos, entro en ellos, entro en ese dolor que le consume. Le miro con ternura y con... ¿Pena? No, no es pena. Es comprensión. No hablamos, sólo nos dedicamos a mirarnos a los ojos o a abrazarnos. Le falta aliento e intento dárselo. Tiene frío y lo abrazo para que entre en calor. Tiene el cuerpo mojado por la lluvia y sin dudar le doy mi paraguas. No puedo más y se lo grito a la cara "¡Te amo, chico del paraguas!". Lo grito tan fuerte y con esa vocecilla que tanto le gusta que, sonríe un poco. Sonríe con esa sonrisa que puede entrar hasta en el corazón de la persona más ruda. Abrazados bajo esa lluvia. Debajo de nuestro paraguas. Amando al chico del paraguas. Sintiendo sus lágrimas convertidas en lluvia...

martes, 21 de febrero de 2012

Decisiones

Ya es la hora de empezar a tomar decisiones. La hora de dirigir tu futuro en un papel; poner tu nombre, poner quién eres y de ahí quien serás. Elegir un sitio u otro. Quedarte sola o saber que tendrás a alguien que conoces. Acertar o equivocarse. Triunfar o fracasar. Agobiarse por este no saber infinito, por este miedo que no cesa. Angustia, ganas de llorar, ganas de salir corriendo; acciones cruzadas dentro de mí. Tengo miedo de mi ignorancia; no saber me aterra. No saber si seré lo suficientemente buena para alcanzar lo que quiero, me mata. No tener un lugar fijo al que ir hace que me sienta aún más perdida de lo que estoy y parece que ellos no se dan cuenta. "Elige el lugar que quieras". Pero, no tengo ni idea de nada. Sé el nada de un todo infinito. Un todo que me hace sentirme tan pequeña e impotente, un todo que me supera, me hace pensar que soy estúpida por tener miedo; un todo que ya muchos lo tienen superado, un todo que me hace sentir tan inferior a ellos. Un camino u otro. Un sitio u otro. Sola o con alguien. Acertar o equivocarme. Palabras que aprietan fuertemente en mis sienes y no me dejan pensar; mis propios pensamientos me bloquean. Mis propios miedos hacen que derrame algunas lágrimas de vez en cuando. Mis propias inseguridades harán que fracase; que pierda el rumbo hasta de quién soy...


jueves, 16 de febrero de 2012

Aprendí de la forma más dura...

Si de algo me ayudó la vida, fue aprender a aprender. Aprender a reír, a llorar, a gritar, a abrazar, a decir "Hola", a decir "Adiós", a huir de vez en cuando, a amar, a querer, a abrazar a aquellos que amo... Aprender...Me hubiera gustado tanto aprender a valorar más lo que tenía. Creí que sabía hacer eso pero estuve muy equivocada. Creí que sabía algo pero, ahora, estoy completamente segura que sé nada de un todo infinito. Aprendí de la forma más dura a valorar lo que tenía; pero tarde, demasiado tarde. El golpe fue más duro de lo que pensaba. Un millón de golpecitos transformados en uno solo.
Ahora, viendo la pena que reflejan los otros por mi culpa, intento reír para que piensen que estoy bien. Ahora, si lloro en mitad de una clase al aire libre, me encierro tanto en mí y en mi misma que al estar con alguien me incomoda. Ahora, al llegar a casa, me alegra saber que encima de mi cama estará sentado aquél peluche que me regaló ELLA; aquél peluche que me gusta abrazar mientras estoy llorando y me quedo dormida. Ahora, aprendí a amar aún más a todas esas personas que de verdad merecen ser amadas. Ahora, cada vez que me habla ÉL o alguna otra persona querida por mí, aprendí aún más a dar las gracias por tenerlos a mi lado. Ahora, aprendí de la forma más dura, algo de ese nada infinito que desconocía...

jueves, 9 de febrero de 2012

Amándolo se lo estás dando todo...

Mientras caminábamos ella me decía estas palabras...

+Sinceramente te digo que, él estaría mejor con otra chica... Hay millones mucho más guapas que yo. Que están más buenas, que no estaría mal por mi culpa cuando nos peleamos. Sinceramente, pienso que no le doy nada, que no puedo hacerle feliz. Que no le doy nada...

Inmediatamente la miré lo más seriamente que podía y le respondí...

-¡¿Pero tú te estás dando cuenta de lo qué me estás diciendo?! ¿Qué no le das absolutamente nada? ¿Millones qué son mejores qué tú? Que equivocada estás, cariño. Para empezar, tú vales más que cualquier otra. Eres preciosa, eres buena.

+Ya empezamos con lo de buena

-¡Cállate! Escúchame, para nada pienses que eres menos que cualquier tía. Además, si él está contigo es por algo ¿no? Además, eso de que no le das nada es mentira, ¿sabes? Cariño, con el hecho de amarlo ya se lo estás dando todo. Amándolo le das a él, todo lo que una persona puede pedir y, claro os peleáis. Pero, sois humanos y alguna vez os tendréis que pelear y pediros perdón, ahí también le estás dando tu perdón y él te da el suyo. Así que por favor no pienses que no le das nada, porque con el simple hecho de amaros os lo estáis dando todo...

+Muchas gracias tía...

Y mientras las lágrimas caían sobre sus ojos nos fundimos en un largo abrazo...

miércoles, 8 de febrero de 2012

Chocolate con sabor a lágrimas

Y me derrito poco a poco con el amargo sabor de ese chocolate con sabor a recuerdos y lágrimas esperando de que, eso me ayude a quitarme este dolor que siento por todo lo que me atormenta. Deseo que de tus labios salgan esas palabras que tanto espero. Pero, pasan los días y no las pronuncias. Me encierro en mi habitación con los cascos puestos, escuchando una y otra vez la misma canción, llorando porque me da miedo tener que reírme de un simple recuerdo. Miedo de que cuando te diga mi más duro y difícil "adiós" no salgan de mis ojos lo que llevo tanto tiempo derramando. Deseo que mi amargura se vaya con ese chocolate bañado en el más puro dolor de mi alma; las lágrimas.

domingo, 5 de febrero de 2012

En la fiesta

Y una vez que recogimos a nuestros amigos, nos subimos a aquél autobús que nos llevaría hacia donde teníamos planeado ir. Cuando nos bajamos fuimos mi Fantástica y yo a que yo abrazara a mi futuro colegio. Después, colocamos las cosas y nos pusimos a: comer, a reírnos de nuestro amigo "indigente", a explorar aquél precioso campo. Y luego las cartas a mi Fantástica, donde otra amiga muy querida le empezó a hacer preguntas, como: "¿Y con quién haré todas esas cosas que hacía contigo...?". Abrazándose mutuamente me uní yo para evitar que mi "Nuera" llorase. Sin poder evitarlo más, me fui sin que nadie se diese cuenta. Me fui a esconder mis lágrimas, a llorar con llanto desgarrador. Escuché pasos, temía que fuese ella que venía a ver dónde estaba; escondiendo mi cara entre mis piernas, notando que alguien se acercaba y me abrazaba por detrás. No era quien yo me esperaba, haciendo un esfuerzo por abrir los ojos pude ver que era un amigo muy querido por mí y sin poder evitarlo dejé que me abrazase y me diera besos para animarme. Fundidos en aquél abrazo que no duró mucho, aunque para mí fue muy aliviador, ya que tenía que irse. Volví a la fiesta con una sonrisa. Mi Fantástica y yo empezamos a andar donde con alegría dije: "¡Esto parece el paisaje de algún videoclip de Rihanna!". Y haciendo más comentarios como esos, volvimos hacia donde estaban nuestros amigos. Empezamos a fumar y a beber, yo era la que más hacía de esas dos cosas; necesitaba olvidarme de los días que nos quedaban juntas y cuando estuve lo suficientemente borracha se lo dije: "Te quiero mucho. Te amo. Y aunque te vayas para mí no te irás." 

miércoles, 1 de febrero de 2012

En catorce días...

El tiempo a pasado demasiado deprisa y me dí cuenta de ello. Ese reloj ha ido clavándome poco a poco, pero intensamente, sus agujas. Me entristece que te vayas pero aún más esta distancia que siento aun estando tan cerca la una con la otra. Me da demasiado miedo saber cómo será mi vida cuando te vayas, cuando no te vea en clase con cara de sueño y escuchando tus quejidos porque tienes hambre; cuando no escuche ese pito de cada mañana y no te oiga decir que me dé prisa que tenemos que ir a clase, cuando no sienta esos pequeños golpes que me dabas al picarte con cualquier cosa. Y me aterra pensar que, el tiempo en el que estuvimos juntas no supe aprovechar el tiempo y que lo he dejado pasar, no sabes cuánto me aterra pensar en eso... Y sé que cuando te vayas mi locura se irá contigo, aunque, sé que no te irás; sé que por muy lejos que vayas tu presencia seguirá allá a dónde vayas porque aquí lo has hecho, aquí has dejado un rastro muy especial que no es visible al ojo humano. Y, NUNCA, pienses que me voy a olvidar de MI FANTÁSTICA porque es lo que más amo desde que la conocí.

sábado, 14 de enero de 2012

Y esa era yo...

Y esa era yo tumbada en aquella cama arañándome el vientre con fuerza mientras todo me daba vueltas, sufriendo ese congelador frío interno. Y esa era yo días antes en mi habitación dándole la bienvenida a la sangre, a nuevos tatuajes, abriéndole el paso al sufrimiento. Y esa era yo en aquel baño, arrepentida por haber permitido que la comida entrase en mí, jugando con mi campanilla a la vez unas pequeñas lágrimas salían de mis ojos por el esfuerzo; repitiendo, en mi cabeza, aquella canción que no había parado de escuchar en toda esa semana. Y esa era yo mirándome con asco, agachando la cabeza por no querer ver a aquel ser que me repugnaba. Y esa era yo esta mañana, cansada de aquellas bromas que para mí era la peor de las torturas. Y esa era yo repitiéndome una y otra vez aquellas palabras que salieron de su boca: "¡Qué asquerosa estás!"...


jueves, 5 de enero de 2012

Farewell...

Siempre pensé en el momento en el que le tendría que decir adiós. Siempre pensé que sería duro seguir adelante sin ti. Siempre pensé que en el momento en el que me dijeses que te irías tendría que ser fuerte y con una sonrisa abrazarte lo más fuerte que pudiese. Ahora ese momento ha llegado, repentinamente, clavándose fuertemente en mi pecho sin dejarme respirar. Aún recuerdo el día en el que nos conocimos. Yo, una niña de nueve años nerviosa y asustada de empezar en un nuevo colegio donde no conocía a nadie, donde los primeros días sólo me juntaba con una persona que a los pocos días dejamos de hablarnos y entonces... viniste tú. Siempre callada y sola, siempre con las manos sujetando aquel lápiz, trazando líneas hasta crear los más bellos dibujos que yo había visto. Empezamos a hablar, a reír, a ir a casa de la otra, a jugar, a ser las mejores amigas que se podían ver. Empezabas a sonreír, a ser feliz y muchos lo notaron. Luego la graduación de primaria donde derramé algunas lágrimas pero ahí seguías tú, sosteniendo tu diploma con serenidad y sin derramar una sola lágrima. Más tarde, la secundaria donde por las navidades del primer año discutimos por una tontería que ya ni recuerdo. Un año después nos volvimos a juntar, nuestra relación no era como antes pero la teníamos. Tercero de secundaria, un año que nos ayudó a ser más amigas, a empezar a hacer locuras juntas, a ayudarnos con cualquier cosa, a salir, a conocer a amigos de nuestro lugar favorito. Verano... la palabra que tanto te gusta, la palabra que al pronunciarla se nos venía a la mente ese lugar junto a nuestros amigos. Cuarto de secundaria, unos meses de muchas risas, unos meses que marcaron mucho mi vida, unos meses de planes para el futuro donde te brillaban los ojos al pronunciar tu futuro colegio. Pero ahora... todos esos planes, todas esas ilusiones, todo... Se tiene que ir ya que dentro de un mes tienes que volver al lugar donde naciste, un lugar muy lejos de aquí, un lugar que sé que es importante para ti. Aún sin creerme que tengas que irte, que no volveré a verte; que una persona, que tiene un hueco muy grande y dejará un vacío aún más grande en mí ser, tenga que decirme adiós. Mientras nos fundíamos en aquel abrazo me dijiste llorando que no querías irte, esas palabras se clavaron aún más en mi pecho; intentando no llorar, mordiéndome el labio para que no salieran, muriéndome por dentro... Y ahora con la misma canción y con las mismas lágrimas me acuesto y me levanto, intentando ser fuerte sin conseguirlo, sin ganas de mirar la vida a la cara; porque como dicen tú y yo somos inseparables "zipi y zape" como nos llaman, por ser únicas en nuestra locura, porque sin ti todas nuestras tonterías no serán lo mismo.Y ayer donde tu te fuiste con otra persona para hacer unas compras, donde mi otra niña se lo decía a una amiga también muy importante para nosotras, empecé a llorar sin poder evitarlo, llorando en los brazos de mi niña, sintiéndome protegida bajo la mirada de nuestros amigos, prometiéndonos que no lloraríamos delante de ti.

Y que jamás olvides que tu nombre empieza con lo que eres; tienes la F, la F de Fantástica. TE AMO y aunque te tenga que decir adiós jamás olvidaré a una persona que marcó mucho mi vida.