Hace dos años…
+¡Qué asco!
-Pero si relaja…
+Yo nunca lo haré ¡NUNCA!
Acostada en la cama, estudiando algo que para mí me parecía
aburridísimo. Pensé en todo lo que había pasado desde el viernes hasta hoy y me
sumergí en una profunda tristeza, quería salir de aquella habitación me sentía
ahogada, sentía que el techo se me venía encima y rápidamente crucé la puerta
para ir al salón.
Allí estaban ellos dos, sentados, viendo lo de siempre. Me
senté yo también y me fijé en un pequeño artilugio, lo cogí y empecé a jugar
con él. Luego, dejándolo donde estaba, cogí la pequeña cajita e hice lo mismo.
De pronto, me entró curiosidad y sin que se dieran cuenta cogí uno…
Esperé hasta que se fueron todos y me quedase completamente
sola, busqué el pequeño artilugio con el que había estado jugando hace poco
rato. Me senté me lo llevé a los labios y lo encendí…
Al principio, tosía pero poco a poco me iba gustando, jugaba
con el humo, veía la ceniza caer. Después al apagarlo recordé una situación de
hace dos años en el que discutía con mi madre sobre que no debía fumar que era
malo y que nunca lo haría… Me reí, “Nunca digas nunca” ¡Y QUÉ RAZÓN TENÍA!
Aquí un ex-fumador, que te dice que fumar no es tan bueno como parece, aunque te haga sentir mejor o que eres mas "genial" con cigarro en la mano, la verdad es que lo único que consigues es joderte la salud, pero bueno, cada cual con su vida.
ResponderEliminarSaludos
No si ya... pero solo era por probar jajaja
ResponderEliminarSaludos