Recostada, mirando al techo, con los cascos puestos. Termina una canción y empieza a sonar otra vez, una canción que me describe mucho, una canción que siempre me acompaña. De pronto, empiezo a gritar interiormente, los ojos se me empiezan a enrojecer. Quiero gritar pero no puedo así qué con fuerza me clavo un poco las uñas en la piel. No me duele para nada. Lo hago sólo una vez. Me levanto, me miro en el espejo y corro, me pongo lo primero que veo y me arreglo un poco. A ellos les pongo una excusa, a ellas otra.
Correr y huir es lo que quiero hacer. Sola, como siempre y como me gusta estar.
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