“¿Hoy quedamos?” “No lo sé…” “¿Por qué?” “No sé si me
dejarán salir…” “¡Ah! Si quieres te recojo y así te dejan” “Luego hablamos…” “Vale”.
Cada viernes, a todas horas, la misma conversación una y otra vez, inventándome
excusas que ya no sirven de nada… Pero ya me cansé, hoy les grité a la cara que
no salía porque no tenía ganas de salir, que no iba quedar con nadie, que
prefería estar en casa. Sentí… ¿liberación? Sí… una gran liberación de poder
decirles la verdad que ya sabían a la cara, poder ser yo misma de una vez sin
mentir. Decirles que ya no tenía nada de ganas de ir a ningún sitio aunque el
motivo… me lo sigo callando, escondiendo una vez más lo que siento.
Creo que lo mejor es ser uno mismo, poder decir lo que sientes sin temor a nada, si, es una liberación como bien dices Pris, siempre debes ser tu mismo, quienes te quieran deben quererte tal y como eres.
ResponderEliminarBsos
Muchas gracias por el comentario, sí la verdad fue una gran liberación de poder decirlo aunque no lo dijese todo.
ResponderEliminarMuchos besos.