Ya no es por ellos, ya no es por quién se fue, ya no es por
nadie… Sólo es por mí. Toda mi depresión reside en mí, todo ese sentimiento
guardado y callado ha estado en mí y en mí interior, todas esas lágrimas que no
pude derramar cuando necesitaba las estoy llorando ahora mientras escribo estas
palabras y mientras me acuesto, me pongo los cascos y comienzan a salir
solas.
Cada vez veo más
lejos el tren de la felicidad pero aún más la estación. Estoy perdida y sin
rumbo, tengo miedo de esta oscuridad infinita, tengo la sensación de que
mientras otros se van haciendo aún más fuertes y van cada día luchando por
estar en ese tren, yo permanezco en un lugar alejado de toda luz. Pensé que si
pude alumbrar una pequeña parte del sufrimiento de otros, pude alumbrar un poco
el mío… que tremendamente estúpida fui. ¿Por qué tuve que cruzar esa puerta
hacia ese vacío infinito? ¿Por qué me engañé tanto pensando en que podía ver la
luz que perdí? Después de tanto tiempo
lo entendí. No le tengo odio al mundo, me tengo odio a mí y a mí misma por ser
la misma débil que es suficientemente valiente para decirlo mientras lo expresa
con la verdadera y única voz de mí alma, las palabras…
“¡Débil, inútil, sin valor!” Quiero callar esa parte de mí
que no para de reprocharme estas palabras a diario, quiero callarla pero ella
consiguió callarme a mí. Por eso de vez en cuando huyo para que quizás así esa
voz no me encuentre pero es inútil ya que ella soy yo y yo soy ella. Dos voces,
una que se mantiene fuerte e imponente y otra que se mantiene callada por la
otra.
Irónico… una de las voces de mi alma consiguió callar a la
otra pero aún no consiguió callar a mis palabras.
Muy bonita, me hiciste llorar. Yo también estoy pasando por lo mismo que tu, ahora lo único que puedo hacer es escribir, es lo que mas me alivia. No consigo confiar en nadie y esa voz cada vez se hace mas fuerte y se va apoderando de mi. Esa sensación de querer huir, si. Pero tiene razón, nunca se puede huir de una misma. Te lo dice alguien que lo intento varias veces. Yo también me siento frágil, inútil e tristemente infeliz, yo también veo cada vez ese tren mas lejos, cada vez se aleja mas y mas y no puedo hacer nada para ir detrás de el, aunque salga corriendo hacia el nunca lo alcanzare. Supongo que llegara otro, aunque en este momento no lo creo muy oportuno. Un beso y ten esperanza, que yo también la tendré, esperanza de que ese tren vuelva, de que esa maldita voz se calle y de que todo vuelva a ser como antes.
ResponderEliminarUn beso ;) y suerte.
Muchas gracias por tu comentario, me he visto muy reflejada en él. Me alegro mucho de que te haya gustado. Veo que hay más personas a parte de mí que escuchan esa voz que las atormenta y que les impide ser feliz, esa voz que te destruye lenta y dolorosamente. Espero de que consigamos callarla pero como bien has dicho por ahora será difícil,eso sí... esa voz jamás no podrá callar a nuestras palabras... Y respecto a ese tren... no lo veo, ni veo la estación, pero espero de que lleguemos a encontrarlo. Muchas gracias de nuevo. =) ¡Muchos besos!
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