Y me derrito poco a poco con el amargo sabor de ese chocolate con sabor a recuerdos y lágrimas esperando de que, eso me ayude a quitarme este dolor que siento por todo lo que me atormenta. Deseo que de tus labios salgan esas palabras que tanto espero. Pero, pasan los días y no las pronuncias. Me encierro en mi habitación con los cascos puestos, escuchando una y otra vez la misma canción, llorando porque me da miedo tener que reírme de un simple recuerdo. Miedo de que cuando te diga mi más duro y difícil "adiós" no salgan de mis ojos lo que llevo tanto tiempo derramando. Deseo que mi amargura se vaya con ese chocolate bañado en el más puro dolor de mi alma; las lágrimas.
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