viernes, 1 de junio de 2012

Demasiado


Demasiadas cosas diría yo que se me cruzan en mi incomprendida mente. Cosas que me ahogan, cosas que me hacen preguntas a las cuales no tengo respuesta, cosas que me rajan por dentro; cosas que, probablemente, no se vayan nunca. Cosas que ya ni siquiera puedo escribirlas si no, más bien, las hablo conmigo misma...

Y esa soy yo, alguien que le gusta caminar sola y sumergirse en sus pensamientos y aislarse del mundo que la rodea. Esa soy yo, una aislada que ya no mira a los semáforos y pasa sin mirar hacia los lados, una loca que no le preocupa si algo se la lleva por delante. Yo, alguien que se reprocha ser la persona que soy. Quise cambiar hace mucho tiempo, pero veo que no sirvió de nada. Soy esa extraña persona que no le teme al amor pero sí a tener pareja. Temo a tener pareja y que me haga sufrir más de lo que ya lo he hecho o miedo a no hacerle ver a esa persona que la quiero, miedo a no saber cómo amar.

 Sentir que ya he fallado mucho a mis amigos e incluso sentir que, me he fallado a mi misma. Es lo peor del mundo tener esos sentimientos que, seguramente, son verdad. Me encantaría despertarme un día y comprobar que les hago feliz, que puedo cumplir sus expectativas, que les he ayudado mucho, que les he secado las lágrimas cuando lloraban, que estuve con las personas que están muy lejos de mí... Realmente sería algo precioso. Me gustaría ser alguien que sienta que las cosas que hace sirven para algo... Me encantaría...

Sinceramente, desde mi perspectiva, no creo que sea "la mejor amiga que se puede tener" o "una buena persona" como algunos me dicen...

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